martes, 7 de diciembre de 2010

Admito que el otro día al verte senti un nudo muy grande en la garganta, unas ganas de llorar que al tragar fue como una bomba para mi estomago.
Amaba decir que eras mi chiquito, aunque no lo eras para nada, pero me gustaba que se sintiera así, aunque no lo creas.

A veces hay que hacerse a un lado cuando sabes que la otra persona ya no te necesita.



SI! Exacto! esto mismo que siento ahora fue lo que sentí el otro día que te vi.

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